El té verde es una de las bebidas más antiguas y también una de las más consumidas por la población mundial actualmente, además es considera una bebida con múltiples beneficios y propiedades medicinales.
Al ser una de las bebidas que más ingiere la gente hay que desglosar el maridaje del té verde, es decir, conocer con qué tipo de alimentos combina mejor y se exalta tanto el sabor del té como el de la comida.
El objetivo del maridaje en el té es conseguir una combinación que se complemente y que no mate al sabor de la comida o al revés. Se quiere encontrar una pareja armoniosa que ayude a mejorar la percepción sensorial del té y de la comida.
¿Con qué se marida o se acompaña el té verde?
El té verde es de sabor sutil, por lo que se recomienda maridarlo o acompañarlo alimentos suaves. Por ejemplo, combina perfectamente con pescados y vegetales.
También se acompaña muy bien de postres, especialmente los de queso como un cheesecake; también funciona con chocolates que no sean oscuros y con postres de frutos secos y frutas cítricas.
Otros alimentos con los que se marida muy bien el té verde son mariscos, arroz, ensaladas, melón o pollo.
El té verde chino, cómo el Gunpowder o el Dragonwell, puede combinarse con alimentos un poco más pesados, por ejemplo, frituras, también puede ser comida al gil, así como postres suavemente cremosos, dulces suaves y frutas frescas.
Así que recuerda que se acompaña con alimentos y comidas suaves, a diferente del té negro que se puede consumir con alimentos que tienen más grasa como embutidos, postres muy dulces, quesos, entre otros.
¿Cuál es el origen del té verde?
Según cuenta la leyenda china, fue descubierto accidentalmente por un emperador hace 4.000 años.
El té verde surge de la planta Camellia Sinesis, la cual se cultiva en las zonas de altitud en países con climas cálidos y húmedos tales como Japón, China e India.
Se cree que el té verde, blanco, negro, amarillo, pu-erh y oolong nacen de diferentes plantas, cada tipo de té comienza como Camellia Sinensis.
Sin embargo, estos tés se distinguen porque provienen de la misma planta, lo que le da el color, nombre y las propiedades medicinales, es el proceso con el que se elabora cada té.