Qué guardar en la alacena
Dicen que “mujer precavida vale por dos”, así que procura tener surtida tu alacena; verifica una vez por semana su contenido.
Aunque no haya mucho espacio, siempre debe haber una o dos latas, paquetes o frascos de los productos básicos —no perecederos— que puedan sacarte de apuros en momentos difíciles.
Guarda: sal, azúcar, café soluble, bolsitas de varios tés, chocolate en polvo, algunas mermeladas, diversas especias, vinagre, galletas saladas y dulces, pastas para sopa y largas, chiles secos, arroz y atún.
Tampoco está de más comprar algunas latas de frutas en almíbar, chiles en vinagre o adobados, salsas preparadas y verduras. Si sigues este consejo tendrás una despensa envidiable.