Saber cómo preservar la carne cruda puede evitar que tu familia se intoxique. Y como sabemos que puede ser muy confuso, te dejamos resueltas las dudas más comunes sobre cómo conservarla y mantenerla fresca.´ Te puede interesar: Tips para comprar carnes y lácteos y ahorrar dinero
Cómo conservar la carne cruda: sigue estos consejos
¿Cuál es el mejor momento para congelarla?
¿Acabas de comprar tu carne? Este es el mejor momento para congelarla, pues todavía está fresca y tienes unos días antes de su caducidad. Así, podrás mantenerla por más tiempo y dejarla para después. No te pierdas: La carne roja no es tan mala después de todo, afirma estudio
¿Debo refrigerar la carne cruda con el mismo empaque que viene del supermercado?
Está bien para refrigerar, pero si la vas a congelar, te recomendamos abrirla y envolverla con plástico de cocina lo más ajustado posible para minimizar su exposición al aire y la humedad, y luego meterla en una bolsa tipo ziploc.
Ya la abrí pero solo usé la mitad, ¿cuál es la mejor manera de refrigerar el resto que quedó crudo?
Siempre lo más ajustado posible, y lo mejor es con plástico de cocina, ya sea para refrigerar o congelar. Pero nunca vuelvas a congelar la carne, perderá textura y sabor si repites el congelado y descongelado. Te interesa: Cómo marinar carne para tu parrillada paso a paso
¿Cuál es la mejor forma para descongelar la carne cruda?
Que se descongele lentamente y en el refrigerador es la mejor forma de hacerlo sin comprometer la calidad de la carne. Lo mejor es que planees descongelarla desde un día antes de usarla. Sin embargo, si son piezas más grandes, como un pavo o una pierna, puede que incluso tome varios días.
Si tengo prisa, ¿puedo cocinar un trozo que siga congelado?
No, no se cocinará de forma homogénea y puede destruirse la textura de la carne en el proceso. Sigue leyendo: ¿Qué es el líquido rojo de la carne?
¿Cómo puedo saber si un trozo de carne no se ha descompuesto y es seguro comerlo?
Primero que nada, confía en tus sentidos: la carne debe tener un color brillante, no opaco ni grisáceo, debe estar húmeda y fresca al tacto (no pegajosa) y, el más importante, confía en tu olfato, pues la carne podrida tiene un olor muy fuerte. Recuerda poner atención a las fechas de “empacado” y de “consumir antes de...” en el etiquetado. Si la carne es fresca, te recomendamos cocinarla a los 3 o 4 días de compra; si no, lo mejor es congelarla para después. Puede que venga empacada al vacío; en este caso, es preferible consumirla en las dos semanas después de la fecha de “empacado”. Descubre más tips para conservar tus alimentos en Cocina Fácil